La serpenteante carretera de Sabana de la Mar vuelve a sufrir agrietamientos
Hato Mayor;- Arropada por fallas geológicas y una acentuada vegetación, la carretera que comunica a Hato Mayor con Sabana de la Mar se está agrietando de manera alarmante, y podría quedar inhabilitada para el tránsito vehicular en cualquier momento. Esto afectaría el transporte de productos agrícolas, palma africana, flores, cítricos, cocos y otros cultivos de consumo nacional y de exportación.
La vía se quiebra en varios puntos neurálgicos, donde las grietas y hundimientos son visibles a simple vista. Este trayecto, de unos 44 kilómetros, presenta su mayor deterioro en los kilómetros 18, 23, 25 y 28, donde los vehículos deben detenerse obligatoriamente para ceder el paso debido al franco deterioro.
La carretera lleva más de cuatro años en proceso de reconstrucción, y a lo largo de la historia se han realizado más de 49 huelgas y protestas exigiendo su reparación. Las fallas geológicas, la espesa vegetación y las excavaciones en minas de ámbar han contribuido significativamente al nivel de deterioro actual.
HISTORIA
Escrito por:
Vanessa Rodríguez Messina
La serpenteante vía de unos 45 kilómetros fue abierta al tránsito el lunes 10 de noviembre de 1924, cuando se iniciaron los aprestos para gestionar ante el Gobierno Central la construcción de una obra considerada clave para el desarrollo económico, agrícola y turístico del municipio costero.
Un grupo de munícipes de Sabana de la Mar, encabezado por Manuel María Fernández (Pullo), Ricardo Mateo y Ramón Messina (Mon), es reconocido como gestor de esta carretera, que se construyó a pico y pala con materiales toscos recolectados en el trayecto por más de 200 trabajadores. Fue inaugurada en 1926 durante el gobierno de Horacio Vásquez.
Los trabajos sufrieron varias paralizaciones por falta de pago a la compañía constructora. Debido a lo accidentado del terreno y las fallas geológicas —que aún hoy afectan a varios tramos— no fue posible reducir la cantidad de curvas del trazado.
Durante el régimen de Rafael Leónidas Trujillo, la carretera fue rehabilitada en varias ocasiones, siendo la última en 1956, cuando ordenó aplicarle una capa asfáltica. Tras su asesinato, la vía cayó en un prolongado abandono y sufrió un deterioro progresivo.
En los gobiernos de Joaquín Balaguer se realizaron unas cinco reparaciones, la última en 1990. Sin embargo, por vicios de construcción, el deterioro reapareció poco después de las elecciones de ese año. El daño fue tan severo que estallaron protestas en la comunidad de El Manchado, donde murieron un chofer y un comerciante.
Durante el primer periodo de Leonel Fernández (1996-2000), la carretera recibió escasa atención y solo se ejecutaron algunos bacheos, lo que generó nuevas manifestaciones. Con la llegada de Hipólito Mejía en 2000, autoridades provinciales realizaron peregrinaciones al Palacio Nacional para exigir la reconstrucción de la vía, que prácticamente había colapsado. Aunque se asfaltaron varios tramos, los trabajos nunca fueron concluidos.
En 2004, Leonel Fernández retornó al poder, pero la carretera no fue incluida en el Presupuesto General del Estado. En el gobierno de Danilo Medina, las protestas obligaron a iniciar la reparación de un tramo en 2012, pero los trabajos fueron paralizados. En 2013 continuaron las manifestaciones, incluso en Santo Domingo, en el parquecito La Lira.
El mal estado de la vía y la indiferencia oficial impulsaron la creación del Comité por la Moral de Hato Mayor, encabezado por Tony de León Demorizi, que ha mantenido un reclamo constante por la reconstrucción.
El actual gobierno, presidido por Luis Abinader, inició la rehabilitación de esta vital carretera; no obstante, tras cinco años de trabajos, la obra continúa inconclusa y hoy presenta nuevos agrietamientos y hundimientos en varios puntos críticos.



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