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Matan joven de 28 años en Los Alcarrizos, Santo Domingo


Santo Domingo.- Una mujer de 28 años identificada como Estrella Samira González, falleció esta madrugada tras recibir un disparo en un ataque perpetrado por al menos cuatro antisociales, informaron testigos. Junto a ella, un joven de 30 años, Jhoan Acosta Martínez, resultó gravemente herido: fue baleado en ambas piernas.

Según detallaron los testigos entre ellos Acosta Martínez los agresores arribaron al lugar en dos motocicletas. Se acercaron a la acera donde la pareja se encontraba compartiendo, les arrebató las cadenas que llevaban puestas y enseguida comenzaron a disparar.

Los disparos no solo alcanzaron a Samira y a Acosta, sino que también rozaron a una tercera persona, quien declaró estar apenas a unos pasos del incidente.

El cuerpo de la víctima fue trasladado al Inacif para los fines legales correspondientes, mientras sus familiares quienes se preparaban para el velatorio— exigían que la Policía Nacional profundice las investigaciones.

"Ellos saben quiénes son los delincuentes, el nombre, dónde vive, saben todo y no han hecho nada", expresaron.

Según los familiares, hay conocimiento de los acusados y se cuestiona la aparente inacción policial. "Vamos a ver si después de que ella falleció, quieren hacer su trabajo", clamaron, en alusión al funcionario Cedric Green.

Por los momentos, las autoridades no han reportado detenciones y el caso sigue en la fase de investigación.

El Inacif es el órgano forense encargado de realizar autopsias, análisis de evidencias y la identificación de cadáveres en la República Dominicana.

En los últimos años, esa institución ha emprendido mejoras en sus protocolos de morgue y análisis forense, con el objetivo de agilizar los procesos de identificación y entrega de cuerpos.

En este caso, el traslado del cuerpo al Inacif permitirá cuando se complete la necropsia determinar con certeza causas, hora de la muerte, así como recolectar pruebas que puedan contribuir a la identificación y sanción de los agresores.

Implicaciones y exigencias sociales

La muerte de Samira se suma a la serie de víctimas de la violencia urbana, lo que reaviva la preocupación ciudadana por la seguridad en espacios públicos.

La acusación de familiares sobre la inacción policial a pesar de alegado conocimiento de los agresores pone en evidencia la desconfianza hacia las instituciones encargadas de la seguridad.

La exigencia de justicia inmediata antes del velatorio refleja la necesidad de que las autoridades actúen con celeridad para evitar impunidad y respondan al clamor social.

El crimen ocurrido parece estar según testigos directos plenamente documentado: existe grabación de cámaras de seguridad y testimonios. La atención pública ahora se centra en que la Policía Nacional cumpla con su obligación y avance en la investigación, y que el Inacif realice sus labores forenses con prontitud.

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